viernes, 7 de enero de 2011

La Revolución Kuna

La Revolución kuna se refiere a los hechos producidos en 1925, en la que los indígenas kunas se rebelan ante las autoridades panameñas, que obligaban a los indígenas a occidentalizar su cultura a la fuerza. En esta revolución se proclamó la República de Tule, de corta existencia. Cuando se unificó nuevamente con Panamá, los kunas con el aval del gobierno panameño, se creó un territorio autónomo llamado comarca indígena de Kuna Yala, y que garantizaba la seguridad de la población y cultura kuna.
 
                                                               
 
La situación se agravó hasta el 12 de febrero de 1925, en la que se celebró un congreso kuna en Ailigandí, en donde se reunieron los principales jefes de 45 aldeas y tribus. Las discusiones duraron 26 días y se decidió proclamar la República de Tule, y se fijaron los límites territoriales.
De esta sublevación surgió una bandera, la cual fue confeccionada por Waga Ebinkili (María Colman), nieta del cacique Simral Colman. La misma tenía un diseño rectangular con franjas. El centro era de color rojo y con una figura esvástica.
El 21 de febrero, 10 días después de la declaración de independencia, en medio de las fiestas de Carnaval se desató la revolución indígena que se extendió hasta el 27 de febrero, la cual estuvo encabezada por Nele Kantule y el cacique Colman. Se cuenta que los sublevados indígenas viajaban en cayucos desde Ailigandí y Cartí con el propósito de atacar los cuarteles de la Policía Nacional en Playón Chico, Río Tigre, Tigantikí, Narganá, Ukapa y otros puntos del archipiélago, y ejecutaron gran parte del contingente policial. El saldo fue de 27 muertos.
El 4 de marzo, con la presencia del ministro estadounidense, John G. South, se firmó el acuerdo de paz con los indígenas y se les prometió un mejor trato respeto a sus costumbres; no imponerles el establecimiento de escuelas, y se les aseguraba la misma protección y los mismos derechos de que gozan los demás ciudadanos. Los indígenas en cambio, se comprometieron a deponer las armas, a retirar la declaración de independencia y acatar las leyes de Panamá.
 
Maria G. Salas, 19777930, EES
 
 

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